No hay nada mejor para comenzar la Cuaresma que aislarte del mundo y guardar silencio.
Animados por D. Francisco Javier Martínez, consiliario de la Asociación Providentia Complutense y párroco de la Parroquia San Sebastián Mártir de Velilla de San Antonio, nos unimos un grupo de personas de dicha Asociación, acompañados por hermanos de Providentia de Almería y unas cuantas personas de la Parroquia para gozar de un fin de semana en la compañía de Dios.
Comenzábamos el viernes 9 de marzo unos Ejercicios Espirituales en el Valle de los Caídos dirigidos por Monseñor D. Ángel Pérez Pueyo, obispo de Barbastro-Monzón bajo el lema “Tú eres mi Hijo amado, mi predilecto” (Mc 1, 10).
Han sido tres días en los que D. Ángel nos invitaba a acercarnos más al Señor mediante las herramientas “de siempre”;
A través de esos medios y de sus meditaciones, pudimos sentirnos como Pedro, Santiago y Juan en el Monte Tabor.
Y en ellos hemos visto la mano de la Divina Providencia, ya que dónde había planeado un horario con unas determinadas actividades el Señor nos salía al encuentro para “arreglar” la situación.
En la tarde del sábado rezábamos el vía crucis pidiendo por los cristianos perseguidos y tantas situaciones de dolor en el mundo.
Para concluir estos ejercicios, el domingo nos unimos a la Eucaristía de la Basílica del Valle junto a todos los fieles que allí se reúnen cada domingo y con los monjes benedictinos que se ocupan de cuidar sus almas y aquel bello lugar.
En las conclusiones finales todos coincidíamos en la importancia de dejar al Señor que actúe en nosotros, sabiéndonos que somos sus hijos amados y que nos quiere tal como somos.