A las 17:00 hrs, daba comienzo el retiro especial de Providentia en el incomparable marco de la Iglesia de las Esclavas del Santísimo, que asistían por primera vez a uno de nuestros retiros.
Quiso D. Ramón que la temática, inducida por el tiempo de Adviento que comenzamos, tuviese un cariz más íntimo en este año de pandemia y hacer una meditación más interior, más personal, más oculta.
Así como en la vida de Jesús, 30 años fueron ocultos y 3 sólo de vida pública, nuestra vida oculta interior tiene que ser importante para que fortalezca nuestra presencia en el mundo.
Tres figuras destacó, de entre las que nos presenta la Iglesia en estas cuatro semanas: María y su disposición a atender a su prima Isabel, San Juan Bautista que dejó una vida acomoda en casa de Zacarías e Isabel para ser la voz de la Palabra. Aquél que señalase el Cordero de Dios y lo diese a conocer. Y la otra, los padres del Bautista, que tras una vida larga y ya en la ancianidad el Señor trastoca sus planes con la llegada del precursor.
Así debemos estar preparados y alerta ante las peticiones de Dios, llevando una vida interior rica y que pueda responder a esas demandas que Dios nos proponga.
Tras la meditación, tuvo lugar la exposición del Santísimo y durante el rato de oración, D. Ramón nos fue guiando hacia la fuente de Dios, alejándonos del mundo, de nuestros problemas poniéndolos en las manos de Dios, para concentrar nuestra presencia ante Él y dejar que nos hable manteniendo un diálogo sincero y poniendo nuestra alma a la escucha de su palabra.